Pasear por la ciudad, adornada con luces y colores es uno de los mejores alicientes para sumergirse en el ambiente navideño. El Paseo del Espolón, con sus árboles entrelazados e iluminados, la plaza Mayor o las principales calles de la ciudad atraen las miradas de todos y el tradicional mercado de navidad se convierte en un espacio ideal para adquirir detalles y regalos pues en los puestos se puede encontrar artesanía, bisutería, alimentación, textil o elementos florales.
También se puede visitar el Belén más grande de Europa, con más 2.000 figuras, que despierta la curiosidad de ciudadanos y visitantes. De su instalación se encarga la Asociación Belenista RT 22.
El día 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes, en Burgos se puede disfurtar de una de las tradiciones más curiosas de la ciudad, “La fiesta del Obispillo”, en la que un niño de la Escolanía de la Catedral recorre a lomos de una mula blanca las calles del centro, investido como si de un prelado se tratara, repartiendo bendiciones, hasta llegar al balcón del Ayuntamiento donde pronuncia un mensaje a todos los que le han ido a ver.
El Ayuntamiento realiza una variada programación cultural y festiva en las calles, teatros, bibliotecas y centros cívicos, pudiendo verse y disfrutar de grupos de danza que cantan y bailan villancicos, conciertos navideños, espectáculos de magia, cuentacuentos, teatro, exposiciones… una gran variedad de actividades pensadas para todos los públicos que cambian cada año y que ofrecen mucha diversión y entretenimiento durante unas vacaciones pensadas para disfrutar del tiempo libre en familia.
El broche de oro lo pone la Cabalgata de los Reyes Magos de Oriente, la noche de cada 5 de enero, sin duda alguna uno de los momentos más especiales y esperados por todos los niños y los no tan niños de la ciudad.