La Biblioteca «Miguel de Cervantes» acoge del 2 al 21 de diciembre la exposición La caligrafía árabe a través de las ayat coránicas que nos ofrece ATIM (Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes)
El lenguaje, oral primero y el escrito después, constituyeron sendos
hitos en el desarrollo de la raza humana. Le permitió compartir,
comunicarse, intercambiar, entenderse, poner en común sus
conocimientos y con ello resolver algunos de los problemas más
acuciantes para su supervivencia y desarrollo como especie. Esa es la
esencia de la lengua, nació para ser compartida, surgió para entendernos.
Por eso queremos convertir esta onomástica de la lengua árabe
en una celebración participada, en un homenaje a la lengua, a todas
las lenguas, como símbolos de ese esfuerzo compartido hacia la
comunicación y el entendimiento. Y por ello, con esta exposición,
pretendemos hacer partícipes a los visitantes de las características
esenciales de la nuestra.
Pero, para el musulmán, el árabe es
algo más. Tiene carácter sagrado. Constituye la forma elegida por Alá
para comunicarse con nosotros. Es la palabra la forma con la que nos
transmitió la verdad y esa verdad revelada forma parte de nuestras
vidas y está presente en nuestras casas como referente religioso, bien
es verdad, pero también como referente estético. Y es en este ámbito
en el que la caligrafía toma protagonismo y se convierte en la razón
por la que hemos querido que ella sea uno de los vectores directores
de esta muestra.
Su desarrollo, su importancia proviene de que,
para el musulmán, la belleza es una aspiración y un fin en sí misma.
Como señala el hadith, Dios es bello y ama la belleza y como dijera ya
el murciano Ibn Arabi en el siglo XII Por la belleza a Dios remarcando
así que constituye un camino hacia la divinidad